Este sábado, se vivió un evento cargado de emoción, fe y esperanza al realizar la inducción y bendición de los nuevos alumnos que este año se incorporan a nuestra comunidad educativa. La ceremonia, realizada en las instalaciones del establecimiento, fue una oportunidad única para dar la bienvenida a los estudiantes y sus familias, quienes acompañados por sus apoderados, compartieron este significativo momento en el marco del inicio de su formación escolar.

El evento comenzó con una cálida bienvenida por parte del cuerpo directivo y los profesores jefes, quienes expresaron su alegría por la incorporación de los nuevos alumnos a nuestra comunidad. Durante la inducción, se les proporcionó información esencial sobre la estructura académica del año, los valores que guiarán su educación, y la importancia de fomentar un ambiente de respeto, amor y compromiso con el aprendizaje y con Dios.

Un Momento de Fe y Reflexión
La jornada alcanzó su punto culminante con la bendición impartida por el Padre Luis Rendich, quien, con una profunda espiritualidad, ofreció una oración especial para que los nuevos estudiantes inicien su camino educativo bajo la protección y guía divina. En un acto de unidad y fe, padres, apoderados, estudiantes y docentes se unieron en oración, pidiendo por la salud, el bienestar y el éxito de todos los alumnos, y por la intercesión de la Virgen María para acompañar este nuevo ciclo.

"Que cada uno de ustedes, al igual que Jesús, crezca en sabiduría y gracia, que el amor de Dios sea su fortaleza y guía a lo largo de este año académico", fueron algunas de las palabras de bendición del Padre Luis, quienes tocaron los corazones de todos los presentes, fortaleciendo el sentido de comunidad y la espiritualidad que caracteriza a nuestro establecimiento.

Un Año Lleno de Esperanza y Propósitos
Este evento, más allá de ser una simple ceremonia de bienvenida, se transformó en un verdadero acto de unidad, donde se reafirmaron los valores cristianos de amor, solidaridad y respeto mutuo. La comunidad educativa se prepara para vivir un año de grandes desafíos, pero también de muchos aprendizajes, en el cual se buscará fortalecer la formación integral de los estudiantes en todos los aspectos de su vida.

Con este acto de fe, cariño y esperanza, se dio inicio a un nuevo ciclo escolar, en el cual cada alumno podrá crecer tanto en el conocimiento académico como en su vida espiritual, bajo la protección de Dios y con el apoyo constante de todos los miembros de nuestra comunidad educativa.