
Una historia de esfuerzo, resiliencia y profunda vocación deportiva se escribe con mayúsculas desde el extremo sur de Chile. El joven magallánico Salvador Valle Mena, estudiante del Liceo San José de Punta Arenas, logró consagrarse como Campeón Juvenil Invicto en el reciente Campeonato Nacional de Tenis de Mesa Paralímpico, realizado en la ciudad de Santiago.
Este triunfo tiene un sabor especial: marca el retorno oficial de Salvador a las competencias nacionales tras una compleja y dolorosa lesión sufrida el año pasado, que lo mantuvo alejado del deporte por varios meses. Contra todo pronóstico, y con una actitud inspiradora, volvió a la mesa con determinación y una fe inquebrantable, entregando una actuación impecable y sin derrotas. Más que una victoria, su desempeño fue un testimonio vivo de superación, perseverancia y amor por el deporte.
La comunidad salesiana del Liceo San José recibió con enorme alegría esta noticia, destacando el ejemplo de Salvador como reflejo del espíritu de Don Bosco: un joven alegre, trabajador, resiliente y profundamente comprometido con sus sueños. Desde la dirección del establecimiento se expresó:
“Nos llena de orgullo este logro, no solo por lo deportivo, sino por la fuerza interior que Salvador ha demostrado. Su camino ha estado marcado por desafíos, pero también por valores profundamente salesianos: fe, esfuerzo, comunidad y esperanza. Es un verdadero modelo para sus compañeros y para toda la región.”
Este campeonato nacional representa también la antesala del ITTF World Para Future Santiago 2025, un importante evento internacional en el que Salvador espera competir, representando a Magallanes y a Chile con la misma pasión que lo caracteriza. Además, junto a sus compañeras del club Tenis de Mesa Speed Ball, viajará a Santiago para disputar la primera fecha del circuito nacional paralímpico, dando inicio a una temporada llena de nuevas oportunidades y desafíos.
Desde Magallanes, Salvador lleva consigo no solo el nombre de su liceo y de su ciudad, sino también los sueños de muchos jóvenes que ven en él un símbolo de lucha y esperanza. Su historia nos recuerda que el verdadero éxito nace de la constancia, del trabajo silencioso y del amor genuino por lo que se hace.
? ¡Felicitaciones Salvador! Tu garra nos inspira y tu ejemplo nos impulsa a seguir creyendo en la fuerza transformadora del deporte y de la educación con sentido.