
Con un despliegue de talento, pasión y emoción, el pasado jueves 26 de junio, se llevó a cabo la 45ª edición del Festival Domingo Savio, un evento ya consolidado como un referente cultural y artístico dentro de la región. Esta versión superó todas las expectativas, tanto por la calidad de sus participantes como por la respuesta entusiasta del público, que colmó el recinto y acompañó cada presentación con calidez y admiración.
El festival tiene como objetivo principal brindar un espacio de expresión artística a jóvenes talentos, fomentando la música, la creatividad y el desarrollo personal a través del arte. Año tras año, el evento ha ido creciendo en convocatoria y nivel, y esta edición número 45 fue, sin duda, una muestra clara de esa evolución.
Voces que emocionaron
El escenario se llenó de magia desde la primera presentación. Decenas de jóvenes intérpretes, provenientes de distintas instituciones educativas y comunidades, ofrecieron lo mejor de sí en cada actuación. El repertorio abarcó una amplia variedad de géneros musicales, desde baladas y pop contemporáneo hasta música folclórica y clásica, mostrando la diversidad artística que caracteriza al festival.
El jurado, compuesto por músicos, docentes de arte y profesionales del espectáculo, tuvo la difícil tarea de evaluar cada interpretación, destacando no solo la técnica vocal, sino también la puesta en escena, la interpretación emocional y la conexión con el público. Varios de los participantes fueron ovacionados de pie, lo que demuestra el impacto que sus presentaciones tuvieron entre los asistentes.
Una organización impecable
La logística y coordinación del festival también recibieron elogios. La institución organizadora cuidó cada detalle: sonido profesional, ambientación, iluminación y una planificación que permitió que el evento fluyera sin contratiempos. Además, se contó con el valioso apoyo de docentes, familias y voluntarios que trabajaron con dedicación para que todo se desarrollara de forma exitosa.
A lo largo del día se vivió un ambiente de celebración, compañerismo y orgullo. Las familias acompañaron con emoción, muchos exalumnos regresaron para revivir la experiencia, y los más jóvenes miraban el escenario con la ilusión de participar algún día. El festival no solo es una competencia; es, ante todo, una fiesta del arte y la comunidad.
Mirando hacia el futuro
“La edición 45 nos ha dejado una gran responsabilidad: mantener este nivel de calidad para el próximo año”, expresó uno de los organizadores al finalizar la jornada. “Nos emociona ver cómo este evento sigue creciendo y cómo impacta positivamente en la vida de tantos jóvenes”.
Con esta edición histórica, el Festival Domingo Savio no solo reafirma su lugar como uno de los principales encuentros artísticos del calendario escolar, sino que también deja un mensaje claro: el arte sigue vivo, transformando, inspirando y uniendo.
Desde ya, se enciende la expectativa para lo que será la edición número 46. Si este año nos dejó sin palabras, lo que viene promete aún más. ¡Nos vemos en el próximo Festival Domingo Savio, donde la emoción volverá a llenar el escenario y nuestros corazones!